¿Qué es la
ciudadanía digital?
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La ciudadanía digital se define como la aplicación de conductas
pertinentes en el uso de internet, redes sociales y tecnologías disponibles y
nació con la intención de educar y sensibilizar a los usuarios de internet, al
darles herramientas que les permitan reconocer fuentes relevantes y confiables,
así como comunicarse de manera efectiva a través de los canales digitales,
explicó Figment.
Diversos órganos gubernamentales, así como asociaciones civiles
tomaron acciones y emitieron recomendaciones para que la ciudadanía adopte
ciertas prácticas al momento de navegar en su dispositivo tras la
proliferación del acceso a la web.
De acuerdo con la firma, en 2018 se contabilizaron en México
79.1 millones de usuarios de internet, es decir, 67% de la población total, y
de esa cantidad, 51% tiene menos de 24 años.
El experto en materia digital y CEO de la firma tecnológica,
Ricardo Ellstein, comentó que si los navegadores comienzan a ser responsables y
las usan para difundir conocimiento, compartir puntos de vista y promover el
diálogo, podrán estar ante el mejor y más eficiente instrumento de
comunicación.
“Las redes sociales y el internet en sí, son herramientas
extraordinarias si se utilizan de una forma productiva, si nos limitamos a sólo
chatear, compartir imágenes o a atacar a personas con las que no estemos de
acuerdo; no podemos aprovechar su verdadero potencial”, enfatizó.
En relación a las cifras de crecimiento de usuarios en el país,
Ellstein, advierte sobre la importancia de que instituciones educativas, autoridades
y sociedad unan esfuerzos para desarrollar prácticas ciudadanas en el
ciberespacio como parte fundamental de la responsabilidad cívica y social.
Valores de la ciudadanía digital
La ciudadanía digital puede aplicarse a dos áreas distintas de la
vida:
- La
educación digital. Mediante
el uso de Internet y las TIC para la alfabetización digital y el
desarrollo de las competencias digitales, para reducir la brecha entre los
distintos ciudadanos de
una nación.
- Participación
digital. Que
es la facilitación de los trámites burocráticos, políticos, sociales o
legales del Estado,
empleando para ello la capacidad de las TIC, procurando hacer de ellas un
uso responsable.
Así, la ciudadanía digital asume como propios los valores de
la democracia, aplicados al ámbito de
las TIC: seguridad, transparencia, ética, legalidad e inclusión.
Riesgos de
la ciudadanía digital
El principal riesgo de la ciudadanía digital se debe a las desigualdades en el acceso a Internet para
las distintas comunidades de un mismo país.
Se sabe que no todos los ciudadanos tienen acceso físico a la telefonía y el
Internet, a pesar de que hoy en día estos sean considerados servicios básicos humanos. Así, las ventajas de la ciudadanía digital
no están disponibles para todos.
Paradójicamente, su efecto democratizador produciría el efecto
contrario en ambientes en que las clases altas tienen acceso a las TIC y las clases bajas no, o donde
la educación digital está reservada para las clases de mayor poder económico.
En ese sentido, la
ciudadanía digital debe ir acompañada de intensos esfuerzos democratizadores,
para paliar la brecha digital.
Beneficios de la ciudadanía digital
Las posibilidades de la ciudadanía digital son enormes. La rapidez
de los trámites burocráticos, llevados a cabo sin salir de casa; la posibilidad
de participación, realización de denuncias, contacto con autoridades o incluso
el acceso a la educación digital mediante las propias TIC son algunos ejemplos.
Es decir que la ciudadanía digital aumenta la comodidad y la mejoría de
la calidad de vida de las personas.
Por otro lado, permite
la educación a gran escala y la formación de
ciudadanos críticos, conscientes del uso de las TIC y de los riesgos,
beneficios y posibilidades de éstas.
Conceptos asociados a ciudadanía digital
E-learning es el uso de medios digitales para facilitar el
aprendizaje.
Algunos de los conceptos que involucra la ciudadanía digital son:
- E-learning. Un término que aplica
al aprendizaje efectuado
mediante mecanismos electrónicos, lo cual permite sacar enorme provecho a
las posibilidades de hipertexto,
imagen, animación, audiovisuales y otros recursos
disponibles.
- E-government. El llamado gobierno electrónico, tal y como lo
mencionábamos al inicio, es una forma de administración de los recursos
estatales que saca provecho a la inmediatez de las TIC para la atención al
público, la agilización de sus propios procesos y la maximización del
alcance de sus medidas informativas.
- E-commerce. Este es el término para
el comercio electrónico,
o sea, la posibilidad de adquirir o vender bienes o servicios a través de las TIC, o
incluso de asociarse empresarialmente a través de ellas.
Fuente: https://concepto.de/ciudadania-digital/#ixzz6aveNo11k
Ser ciudadanas y ciudadanos es aprender que no somos más ni menos que nadie.
Es protagonizar actos de justicia, de buen trato. Es ejercer ese doble rol del
derecho y del deber. No es simplemente tener un NIF o tener edad para elegir a
las personas que nos representan en la vida política. Es participar, opinar,
ceder, pedir cuentas, proponer y no esperar a que las iniciativas vengan de
afuera o a que no vengan para hacer lo que nos dé la gana. Es aprender a ser
importantes para las demás personas y que las demás personas nos importen. Y
esa importancia se mide sobre todo en hechos capaces de garantizar, no de
negar, el derecho a la vida digna, el buen nombre, la intimidad de las personas
y todos los demás derechos que podrían resumirse en uno solo: el derecho a ser
personas diferentes e igualmente valiosas.
Hoy la convivencia y la ciudadanía no se viven sólo cara a cara, sino
también a la distancia, mediada por múltiples pantallas. Todas ellas, junto con
Internet y el ciberespacio, son los nuevos escenarios de la vida hoy. Allí
también nos enamoramos, trabajamos, estudiamos, viajamos, compramos, y por
supuesto, nos fortalecemos o nos debilitamos como seres humanos. Lo que en
estos espacios se hace, no es distinto de lo que se hace fuera de ellos. No son
las tecnologías ni las herramientas las que nos dan o nos quitan bienestar. Son
las relaciones humanas o inhumanas que establecemos.
Es probable, y además deseable, que de la misma manera, lo que ya existe
adentro se contagie afuera del ciberespacio. Si así fuera, aprenderíamos a
tumbar fronteras, a acercarnos a gente distinta y distante, a construir más
poderes sin centro, a tener más facilidades para expresar la opinión propia, no
sólo para escuchar la ajena. Democratizaríamos un poco más la democracia.
Derechos de la ciudadanía
digital
El derecho es un reducto para la defensa del individuo, por lo
que la difusión y existencia de nuestros derechos respecto al uso de la
tecnología, es fundamental.
Descripción
1. derecho a relacionarte
digitalmente con el Estado.
A través del acceso a la información y la gestión de los trámites
y servicios en línea, la ciudadanía puede contar con resultados en forma
más ágil y a menor costo, eliminando desigualdades territoriales y las
limitaciones impuestas por los horarios de oficina.
2. derecho a controlar cómo se
utilizan tus datos personales.
Un dato personal es cualquier tipo de información que nos pueda
identificar directamente o nos hace identificables, ya sea nuestro nombre,
dirección, teléfono, cédula de identidad, RUC, huella digital, una fotografía o
hasta el ADN.
La Ley N°18.331 reconoce el
derecho a controlar cómo se utilizan nuestros datos personales. La norma se
aplica a los datos personales registrados en cualquier soporte que permita
tratarlos y usarlos posteriormente de diversos modos, tanto en el ámbito
privado como en el público.
Las empresas u organismos que utilicen tus datos personales deben
contar con tu consentimiento para tratarlos. El consentimiento debe ser previo,
debidamente informado y documentado.
3. derecho a pedir cambios,
actualización o eliminación de tus datos personales.
Tenemos derecho a:
- Conocer
qué datos existen de nosotros.
- Corregirlos
o cancelarlos cuando sean inexactos o incompletos.
- Actualizarlos
cada vez que se modifiquen.
- Oponernos
a su tratamiento en determinadas circunstancias.
Todas las personas tienen derecho a presentarse ante el
responsable de una base de datos pública o privada para conocer qué datos se
poseen sobre ellas, así como la finalidad y el uso que se les da.
Si el reclamo no es oído, se puede recurrir a la Justicia mediante una Acción
de Habeas Data o denunciar la situación ante la URCDP.
4. Los organismos del Estado están
obligados a difundir información pública en sus sitios web.
La Ley de Acceso a la Información Pública obliga a los
organismos públicos a difundir en sus sitios web, como mínimo, su estructura
organizativa, las facultades de cada una de las unidades que los componen, las
remuneraciones, el presupuesto y las compras, entre otras informaciones.
5. Todas las personas tenemos
derecho a solicitar información al Estado.
La información pública es toda información que se genera o está en
posesión de cualquier organismo público.
El Derecho de Acceso a la Información Pública es el derecho que tenemos todas
las personas a acceder a la información del Estado sin discriminación de ningún
tipo.
Una vez presentada la solicitud de acceso a la información pública, el
organismo tiene un plazo de 20 días para entregarla.
6. La Firma digital te permite
firmar en el mundo digital con la misma validez jurídica que la firma
manuscrita.
Con la firma digital contenida en tu cédula podrás firmar
documentos, realizar trámites y las empresas podrán desarrollar nuevos
servicios. La misma garantiza que una vez firmado el documento no podrá ser
posteriormente modificado. En caso de que lo haya sido, se podrá visualizar una
alerta de modificación. Da la confianza de quien firma es efectivamente la
persona que dice firmar.
7. La nueva cédula de identidad
contiene tu firma digital.
Además de tu foto y tu huella dactilar, posee un chip visible que
contiene la firma electrónica, verificación de la huella digital y
autenticación de identidad.
Los organismos del Estado deben publicar en su sitio web
y cada uno de los trámites que ofrecen, con la indicación precisa de todos
los requisitos que debés cumplir para realizarlos, el costo, el plazo máximo de
duración del trámite y la dependencia responsable.
Esta iniciativa pretende evitar la presentación reiterada ante la
Administración Pública de documentos que ya estén en su poder, especialmente,
si estos son digitales. Todo ello siempre y cuando prestes tu consentimiento
para que los organismos intercambien la información.
Un Estado integrado implica avanzar en la idea de que el Estado
actúe como una unidad, tanto desde el punto de vista de la administración como
de la ciudadanía. La utilización eficiente de las TIC permite simplificar y
unificar procesos, evitando que el Estado solicite información que él mismo ya
posee.
Podrás recibir notificaciones y comunicaciones por medios
digitales siempre y cuando hayas aceptado esta vía o así lo solicites.
Los datos que son publicados en formatos abiertos pueden ser
utilizados, reutilizados y redistribuidos libremente por cualquiera persona.
Pueden servir a los investigadores para realizar análisis y a los periodistas
para contar nuevas historias. También sirven para que todas las personas puedan
realizar sus propias interpretaciones y para que los emprendedores puedan
implementar nuevos servicios.